Otra sobresaliente antología de Valdemar (I)
Tengo la sensación de que Cthulhu una celebración de los mitos va a ser mi último acercamiento al universo de Lovecraft. En los casi treinta y cinco años transcurridos desde que descubrí la obra del Outsider de Providence en una doble selección de Ediciones Acervo a él dedicada; y en los treinta y dos inviernos que se han ido desde que di cuenta por primera vez de la "celebración" de sus mitos por parte de sus acólitos en La huella de Cthulhu de August Derleth, el heraldo de todos sus discípulos, la cosmología creada por Lovecraft en torno al dios de los profundos me ha sido dada por activa y por pasiva en tantas ocasiones -y a cuál más grata, he de reconocer- que ha llegado a ser una de las más familiares de mi experiencia como lector.
Tanto es así que ese temor a lo desconocido, factor tan determinante en la literatura de miedo como en el miedo mismo, está dejando de contar para mí en lo que a la mitología de lovecraftiana se refiere. Además, ya voy teniendo una edad en que no es descabellado pensar que puede haber muchas cosas que no he de volver a hacer. No sé por qué me da que adentrarme en el universo de los mitos de Cthulhu es una de ellas. Aunque espero equivocarme.
Publicado el 10 de noviembre de 2012 a las 03:30.